que yo tengo una queja contigo
y no te la he daíto a entender
que para poder yo hablar contigo
que me valgo de mi saber
me da penita si te veo
y si no te veo, doble
que no tengo más alegría
que cuando me mientan tu nombre
que cuando te vengas conmigo
que adonde me vas a llevar
que a darme una vueltecita
por la muralla real
qué te echas en la cabeza
que tanto transmina y huele
albahaquita de la India
rebujadita con limón verde
si a medianoche en tu cama
te despierta un sudor frío
por Dios, no te de jindama
que son los suspiros míos
que a medianoche te llaman
tienes los dientes
que son granitos, mi niño
de arroz con leche
cambiaste tú el oro por plata
la plata perdió su brillo
cambiaste que está la noche mu oscura
por una noche muy clara
y a revolcarme
en un capote
que huele a carne