¿Qué cuidado, primita, se me daba a mí
que pases y no me hables?
si yo no como ni bebo
con buenos días de nadie
cuando tú quieras, primita,
cuando tú quieras te vas
que yo le cuento mi pena
a ése que está en el altar
desengáñame de veras
y no me des más tormentos
porque yo mi vida la diera
por saber tu pensamiento
tiré un tiro en el agua
cayó en la arena
confianza contigo
no hay quién la tenga
ni en la España ni en la Italia
ni en lo que cobija el Sol
encontrarás un flamenquito
que a ti te quiera como yo
cuando te vengas conmigo
que adonde me vas a llevar
te voy a dar una vueltecita
por la Muralla Real
desde Sanlúcar al Puerto
hay un carril
que lo habían hecho las Mirris
de ir y venir
la Mirri chica
la Mirri grande
estaban hechas
de azúcar cande