Ni quien se acuerde de mí
yo no tengo quien me quiera
ni quien se acuerde de mí
que el que desgraciao nace
no merecía el vivir
¿para qué quiere vivir?
Te pongo delante de Dios
ciento cincuenta testigos
que yo pongo delante de Dios
que si es mentira lo que yo digo
que me corte la razón, ay
porque no te he dao motivos