Ay, de noche y día, ¡ah!
Una pena impertinente
que reina en mí de noche y día
porque a mí en este mundo na me divierte
no tengo más alegría, ay
y que el rato que voy a verte
Y no me quiero acordar
yo vi a mi mare morir
y no me quiero acordar
fue tanto lo que sufrí
que, en vez de echarme a llorar
mi llanto rompió en reír