Por la puerta de Celinda
galán se pasea Zaide
esperando que saliera
Celinda para hablarte
Salió Celinda al balcón
más bonita que no sale
la luna en oscuras noches
y el sol entre sus tempestades
Buenos días tengáis, mora
a ti, morita, Dios te guarde
escucha, Celinda, atenta
si es que quieres escucharme
¿Es verdad de que le han dicho
tú quies alejar a mi paje
que con otro hablar pretendes
y que a mí quieres dejarme?
Te acuerdas cuando dijiste
en el jardín la otra tarde:
Tuya soy, tuya seré
tuya es mi vida, Zaide
El galán se ve vencido
pisotea su turbante
y con rabiosa fatiga
ha cantaíto este romance
Quieres que vaya al hereje
por ser tierra de valientes
y te traiga la cabeza
del moro llamado Hamete
Quieres que me suba yo al cielo
y las estrellas te cuente
y te traiga yo a ti en la mano
aquella mar reluciente
Princesa Celinda
toma mi turbante
ni a cristiano ni a moro
no mires a nadie