A la puerta
de un rico avariento
llego Jesucristo y limosna pidio
y al igual de darle una limosna
los perros que habia se los azuzo
y Dios permitio
que los perros al momento rabieren
y el rico avariento pobre se quedo
Los pastores
corrian para un arbol
huyendo de una nube que se levanto
cayo un rayo a nosotros nos libre
y a uno de ellos carbonizo
pero al otro no
que llevaba la estampa y reliquia
de la Virgen pura de la Concepcion
Si supieras
la entrada que tuvo
el Rey de los cielos en Jerusalen
que no quiso lujos ni calesas
sino no un jumentito que alquilado fue
quiso demostrar
que las puertas divinas del cielo
tan solo las abre la Santa Humildad