que la Luna crece y mengua
y yo me mantengo en mi ser
llevo la verdad por habla
y porque lo manda Undibé
desgraciaíto de aquel
que come pan por manita ajena
siempre mirando a la cara
si la pone mala o buena
cuando llegó la justicia
en mi casa registró
mi compañera llorando
yo metido en el colchón
tin, tin que a la puerta llaman
madre, yo no quiero abrir
madre, si será la guardia
madre, que vendrá a por mí
veinticinco calabozos
tiene la cárcel de Utrera
veinticuatro traigo andados
el más penoso me queda