este luto que llevo
en mi corazón
desde aquel día que aquella gitana
a mí me dejó
al Señor de la Insignia
le ayuno sus viernes
pa que pusiere a mi pare bueno
aunque yo no lo viere
en el altar yo te pongo
te pondré a ti yo
y es un juramento que había echaíto mi madre
que lo cumplo yo
a un toro de plaza
no le temo tanto
como le temo a una mala lengua
y a un testigo falso