qué desgracia la mía
hasta en el andar
que los pasitos que alante doy
me se vuelven atrás
tú no tienes la culpa
ni yo a ti te culpo
la culpa la tienen las malitas lenguas
que andan por el mundo
esta mujer me busca
y me va a encontrar
quiere que pierda la calor de mis niños
pa la eternidad