yo no tengo que esconderme
porque mi bandera es la verdad
y eso yo se lo demuestro
a quién me quiera escuchar
pasitos derechos doy
y me los quieren, Dios mío, torcer
no hay en el mundo dinero
por el que me pueda vender
me encuentro triste y solito en el mundo
sin esperar compasión
pobre de mí que me quejo
sin esperar compasión
y es como si me quitaran
el pan el aire y el sol
no me digas ná
que hasta mi alma está rota
del mal pago que me dan
sientate tú a la verita mía
que yo te quiero, primo, a ti contar
los tormentos y las grandes fatigas
que esta serrana me hace a mí pasar
qué le voy a hacer
si mi corazón se ha puesto
que yo ya no mando en él