Ronda de martinetes

Evocación a Terremoto. Manuel Morao y gitanos de Jerez

trin, trin, trin, a la puerta llaman
trin, trin, trin, y no se quién será
si será la madre de mi alma
que llorando por mi estará

que yo no podía entrar en mi casa
que a mí los gerés no me lo consentían
y yo le daba voces a mi madre
mi madre no me respondía

de un morito a un buen cristianito
eso nunca se verá
así moritos se vuelvan
todita la cristiandad

y si no es verdad
que Dios me mande un castigo
si me lo quiere mandar

tus ojos son los fiscales
y tu boca era la audiencia
y tu lengua era la pluma
con que a mí me sentencian

salga la luna y alumbre
campos, viñas y olivares
que este querer que yo te tengo
de las entrañas a mí me sale

yo ya no soy aquel quien era
ni quien debía de ser
yo soy un mueblecito de tristeza
arrimadito a la pared

hasta el olivarito, prima mía, del valle
acompaño yo a esta buena serrana
que le he echaíto yo el bracito por encima
que yo la he miraíto como a una hermana