válgame Dios y no le temes
ni a la ira de Undebé
y sin embargo te asustas
flamenca, de mi querer
porque tú te lo mereces todo
y tú me vienes culpando
y yo no tengo la culpa
de lo que te está pasando
acuérdate cuando entonces
bajabas descalcita a abrirme
y ahora no me conoces
como loco me salí
y a todo el que yo me encontraba
le preguntaba por ti
qué disparate
que yo te quiera
como de antes