maldigo yo la hora
que puse mis ojos en ti
yo me tenía que haber muerto
cuando yo te conocí
de mí no esperes el perdón
porque yo no te miraba a ti a la cara
si no te quisiera tanto
tal vez yo te perdonara
por dinero no lo hagas
llévame a una herrería
y échame un hierro a la cara
(te) vistas de nazareno
tú pegues las tres caídas
y en tu palabra no creo