yo no te obligo, gitana
de que me quieras a la fuerza
si no es de tu voluntad
y lo que a ti te parezca
yo soy como aquel buen viejo
que los moros cautivaron
por mucho martirio que le dieron
nunca olvida su rosario
hasta el olivarito del valle
acompañé a esta buena gitana
y yo le había echaíto mi brazo por encima
la miré como a una hermana