los surcos de mi besana
están llenos de terrones
y tu cabeza, serrana
está llena de ilusiones
pero de ilusiones vanas
cuando la vi de llorar
creí de volverme loco
pero luego me enteré
que ella lloraba por otro
y entonces fui yo el que lloré
me tratas como a un niño
porque te quiero con locura
tú me tiras por los suelos
qué malamente me miras
tanto como yo te quiero
tus labios sobre los míos
cuantas veces se juntaron
qué veneno me has pegado
me tienes muy consumido
porque tú a mí me has besado