Que te quería, no lo niego
yo no niego que te he querío
pero me pesa en el alma
por tus acciones malas
el haberte conocío
pero en el alma me pesa
por tus condiciones malas
el haberte conocío
Que por mi puerta pasó
un flamenco canastero
y de mí se enamoro
¡Qué pena es quererte tanto
y tenerte que orviá
con lo que yo te camelo!
¡Y esto sí que son quebrantos!
y tenerte que orviá
con lo que yo te camelo!