a la puerta de un rico avariento
llegó Jesucristo y limosna pidió
y en vez de darle una limosna
los perros que había fue y se los azuzó
y Dios permitió
que los perros murieran de rabia
y el rico avariento pobre se quedó
quiso demostrar
que tan sólo las puertas del Cielo
tan sólo las abría la santa humildad
los pastores corrían pa un árbol
(en ver?) una nube que se alevantó
y nos cayó un rayo, a nosotros nos libre
y a uno de de ellos lo carbonizó
pero al otro no
porque llevaba la estampa y reliquia
de la Virgen pura de la Concepción