siempre por los rincones
te encuentro llorando
que yo no tenga libertaíta en mi vida
si te doy mal pago
siente tú mis fatigas
siente tú mis penas
que yo también voy a sentir las tuyas
cuando tú te mueras
si algún día yo a ti te llamara
y tú no vinieras
la muerte amarga, compañerita de mi alma
yo la apeteciera
cuando yo me muera
te dejo un encargo
que con la trenza de tu pelo negro
me amarren las manos
qué día más grande
prendieron a Riego
los suspiritos que la tropa daba
llegaban al cielo