a todos los ojillos negros
los van a prender mañana
y tú que negros los tienes
échate un velo en la cara
que con los titirimundis
que yo te pago a ti la entrá
que si tu madre no quiere
que ¿qué dira, qué dirá?
que ¿qué dira, qué dirá?
que ¿qué tendrá que decir?
que yo te quiero y te adoro
que yo me muero por ti
la cara de mi romera
no se le puede ya aguantar
por la mañana temprano
acabadita de levantar
no hay quién la aguante
con esa cara
esa alegría
y ese semblante
las calles se me oscurecieron
y el cielo se me nubló
el día que me dijiste
que nuestro querer se acabó
a la botica, niña
no vayas sola
que el boticario, mi alma
gasta pistola
soy aquel contrabandista
que siempre huyendo va
cuando salgo con mi jaca
al Peñón de Gibraltar
y si me salen a rebato
y el alto a mí me dan
dejo mi jaca al escape
que ella sabe a donde va
cuando vas andando
lirios y rosas
vas derramando