Una azucena sembré (fandanguillos)

Un maestro del cante. Manuel Escacena

en el valle de la pena
una azucena sembré
su fragancia era muy buena
pero en su aroma encontré
un perfume que envenena

una ronda la alcanzaba
a mi jaca de muerte herida
por salvarme galopaba
murió salvando mi vida
yo por la de ella lloraba