eran tan grandes mis penas
que no caben más
que me dejaste, porque me dejas morirme
en el hospital
qué desgracia terelo
hasta en el andar
como los pasos que yo echo pa alante
me se vuelven atrás
eran dos días señalaítos de Santiago y Santa Ana
y yo le rogué a mi Dios
que le aliviara estas ducas
a mi madre de mi corazón