tenía en Méjico una hermana
que hace tiempo que murió
y a mí solito me dejó
un coche con una tartana
también me dejó en La Habana
haciendas de regadío
ciento cincuenta plantíos
de las indias orientales
y también por esos mares
ciento veintitrés navíos
también tengo en Gibraltar
almacenes de quincalla
y para ganar batallas
cien navíos por la mar
si tu boquita fuera
aceitunas verdes
todita la noche estuviera
muele que muele