Dios a ti te ha dado sabiduría
una palabrita tuya
vale por doscientas mías
subí al cielo y hablé con Dios
y consulté con toditos los santos
qué motivo he dado yo
a ningún santito del cielo
pa que yo te quiera tanto
no llores hermana mía
que en la casita de los pobres
nunca reina la alegría
a pasar fatigas dobles
pero va a llegar la horita
de que mi gusto se logre
te voy a querer
aunque no tenga
pan que comer