yo a tu puerta llame un día
con la mano ensangrentada
y tu puerta no se abría
pero yo la dejé marcada
pa los restos de la vida
yo me puse a pensar un día, prima mía
haciendo por olvidarte
cuando pasaron tres días
como un loco a la calle, prima mía, yo salí a buscarte
porque pensaba yo, primita mía, que me moría
es cosa de dura brega
decir bien la malagueña
cuando Juan Breva cantaba
en la fuente más risueña
hasta las piedras lloraban