la rosa llora su pena
y a orilla de la laguna
siempre vestidita de negro
más solita que la una
atravesando los montes
llegó un mozo de Lucena
la rosa sigue llorando
no hay pena como mi pena
ay, pena
ay Dios mío de mi alma
ay pena, pena
que el niño no sepa nada
si la culpa es tuya o mía
el tiempo nos lo dirá
el día que yo me muera
que me entierren por ahí
que me entierren en las marismas
que baña el Guadalquivir
el torito de la muerte
me enganche por la cintura
si yo dejo de quererte
mi cante sabe a besana
y mi compás suena a marisma
en noche de luna clara
porque yo vivo a mi aire
y yo canto una pena
que a mí me ha dejadito mi padre
que si te quieres venir conmigo
por las buenas o por las malas
mira si yo era un buen gitanito
y tú eres una buena gitana