profesaba una novicia
en la hermandad de María
con una triste sonrisa
del mundo se despedía
y mientras le cortaban
sus trenzas endrinas
abajo en el convento
en una esquina
llora un mozuelo
que daria su vida
por aquel pelo
una paloma caía
al tiro de un cazador
que cuando la recogía
el mismo se horrorizó
porque bajo del ala
vio que tenía
una esquela chiquita
que asi decía
a mi Consuelo
dadle el ultimo beso
porque me muero