La hermandad ya va llegando al pueblo que pertenece
las carretas se aproximan los caballos se enloquecen
de la gente el vocerio y el estruendo de cohetes
y en medio de la alegria se me salen de repente
dos lagrimas a mis ojos sin yo poder contenerme
y es que mi Virgen bendita mis suplicas ha escuchao
porque el hombre que yo quiero de frente me lo he encontrao