alaridos del alma
saetas que ascendeis
como incienso de fe
en las noches templadas
del abril sevillano
decidme lo que sois
porque yo no lo se
¿sois voto o sois guerra?
¿sois llanto?
¿sois canción?
sois llagas que desgarran
el propio corazón
cuando la madrugada
del viernes santo nace
las puertas de la iglesia
se abren solemnemente
inmúmero gentío
bulle en la plaza aquella
y en medio de un silencio
devoto e imponente
aparece humildoso Cristo
el del Gran Poder
la talla más grandiosa
que el arte pudo hacer
su rostro
está lívido
sus labios han hablado
el que hizo este prodigio
murió crucificado
y revivió después
para tallar a Cristo
no es un santo de palo
es un hombre cargado
con un pesado leño
y puesto en un altar
Juan de Mena es sin duda
un escultor sin par
ya suena la saeta
el mozo postinero
en sus talones se alza
ya se quitó el sombrero
con la mano en acción
se dirige hacia el Cristo
en ninguna nación
ni en ningún pueblo han visto
cara a cara a un muchacho
hablarle así a su dios