Una vez queé de un inglés
procedente de Londón
Me dice: «-Ay, beri güé
Báilese usted el garrotón
En cuanto lo ven bailar
se quedan medio bajlú
y no dejan de clamar
Soleá, churripandú
Se arma una juerga
que no tiene fin
cantan las greñuas
en el Albaicín