Tanguillo de cádiz

Con sabor a cuarto. Chano Lobato

el compadre Manuel Tablones
con La Quica, su prima hermana
a vender bocas y camarones
en un barco se fue a La Habana

los negritos no chanelaban
lo que el pobre Manuel vendía
y el flamenco los días pasaba
sin decir esta boca es mía

y muy malito, una mañana
desesperao y sin parné
a Quica, su prima hermana
así le dijo el calé:

vamonos pa Cádiz, primita mía
vamonos pa Cádiz
porque aquí, en La Habana
paladar no hay

como estaban desmayaditos
y personas buenas las hay
consiguieron que en un barquito
los llevaran con rumbo a Cádiz

y La Quica, cuando embarcaba
de repente se volvió loca
cuando vio que se le acercaba
un negrito pidiendo bocas

y El Tablones, de palabra
con el negro se enredó
y entonces dijo La Quica:
ay, Manuel, que se va el vapor

a la venta ponen
estos anticuarios
esta gran cazuela
que tiene más de quinientos años

la doy en mil duros
y es casi de balde
y esta gran cazuela
tenía un mérito bastante grande

la cazuela que aquí les presento
es de una sustancia que nadie conoce
fabricada en Medina Sidonia
el año cuarenta del siglo catorce
la tenía don Diego Sorullo
que era temporero de la catedral
se lavaba los pies los domingos
y aluego los lunes hacía poleá