Tangos

Rito y Geografía del Cante. El Lebrijano

adiós madre de mi alma
me voy y ya no vuelvo más
y tú te quedas en la casa
a implorar mi libertad

y el barco ha levantado el ancla
y del muelle se retira
dejando la capital
de un negro luto vestida

Virgen del Carmen, valerme
que yo me muero de pena
que he perdido las esperanzas
como aquél que lo condenan

murieron mis esperanzas
ya se acabó mi alegría
y no hay penita en el mundo
que se iguale con la mía